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Existen muchos aspectos en los que las nuevas tendencias empiezan a ocupar lugares de las bodas que históricamente han estado reservados para la tradición; un ejemplo de esto son las mesas dulces, que se están convirtiendo en una opción sumamente popular para las parejas que buscan una alternativa a la tradicional tarta de boda. Ahora bien, si tú eres una amante de lo dulce pero ni se te ocurre celebrar tu boda sin una tarta de bodas no te preocupes, que una cosa no tiene porque quitar la otra: puedes hacer que la tarta ocupe el centro de la mesa de dulces y reunir lo moderno y lo tradicional en un mismo espacio.
Pero algo tan importante como los postres es la decoración: esta debe estar en consonancia con el resto de la boda, combinando los mismos colores y texturas que se utilizan en el resto de la fiesta. Aquí también suelen aparecer elementos que ayuden a “unir” visualmente la mesa de dulces con el resto de la celebración, como cajas y objetos de madera en las bodas rústicas, objetos antiguos en las bodas vintage, etc. Como en todo, la elección de la decoración es personal, pero siempre quedará mejor si se la analiza desde una visión global de la boda.
Elegir qué tipo de dulces incluir en nuestra mesa dulce es algo sumamente personal, pero hay algo que es fundamental: todo lo que vaya a tener la mesa debe gustarte. Lucha contra la tentación de elegir un postre complejo y sofisticado hecho a base de almendras del sur de la India si no te gustan las almendras; puede parecer bastante obvio lo que decimos, pero no son pocas las novias que por buscar lo nuevo y lo diferente terminan teniendo algo en su boda que al final no les gusta.
Algunas de las opciones más populares dentro de los postres elegidos son los cupcakes (las magdalenas de toda la vida, pero con un poco más de juego), los ya nombrados macarons, galletas de todo tipo (especialmente del tipo cookie), palomitas y tartas de diferentes sabores. Con estos dulces como base, ¡el límite es la imaginación!
Imágenes de Pinterest.co
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